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Mostrando las entradas de abril, 2017

Los Prejuicios

Entro a comprar al almacén del barrio... es nuevo, cambiaron los dueños hace poco... el pibe que me atiende escucha cumbia, usa capucha y si lo encontraras en la calle, seguramente te cruzás de vereda , mas si es de noche, no se si por portación de capucha o de rostro (de él) pero lo que es seguro es que por portación de prejuicio (nuestro) ...El pibe es lindo, morocho, tiene la mirada clara, es respetuoso, habla medio tumbero... (quien soy yo para definirlo así? pero sino no entenderían a lo que me refiero con que habla mal) y tiene un tatuaje en la mano... ese de los puntitos que se hacen en las cárceles...El pibe cada vez que me atiende me dice buenos días, tardes o noches (de acuerdo a el horario en que vaya), ¨doña¨ y me mira cuando me saluda y me entrega la plata en la mano, me mira a los ojos cuando me habla y ayer le hice una pregunta sobre un artículo que tiene para vender, con el que puede ganarse unos mangos más y me dijo: le soy sincero doña, no es de buena calidad... yo m
pensaba el otro dia, que buen recurso es la memoria, porque muchas veces un recuerdo nos salva la vida y ahora debo agregar a esa reflexión, que los libros también lo hacen. no me acuerdo cuantos años contaba, cuando me llegó el primer libro de García Márquez a las manos, a los ojos y luego al alma, (porque así escribe él, para que llegue al alma), pocos, seguro... afortunadamente.  Entonces crecí leyendo sus libros, casi todos, recuerdo con humor el enojo que me provocó  el final de ¨El amor en los tiempos del Cólera¨ mi amiga  Viviana  me lo había prestado, y años después pude reconciliarme con ese final, y termine adquiriendolo para engrosar mi pequeña y selecta biblioteca. Me siento triste pero también me siento agradecida y bendecida... recuerdo tantas frases para reproducir... pero no puedo, es mucho, porque, Gabo sos un montón, sos maestro, sos paz, sos latinoamérica... gracias infinitas, y hasta luego, porque adiós se les dice a aquellos que no volveremos a ver y yo a vos te ve
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la vida. ese milagro... Cae la tarde, camino por la playa volviendo a casa, y me desvío por una callecita del Barrio Sur, con aires de barrio cajetilla, (hoy me copé con los tangos y me quedó esa palabra dando vueltas) con veredas de una prolijidad absoluta , y jardines de esos para la envidia. El verano ya pasó. Nos dejó un rastro de sol en la piel y la sonrisa de las memorias traviesas, en veranos siempre pasan cosas que durante el año nos dibujan una sonrisa cómplice, a veces solo con nosotros mismos... Hay un sol hermoso, podría pensar que la misma naturaleza está delatando a un atardecer de ensueño, pero en la Patagonia nunca se sabe, en menos de un dos por cuatro se nubló y el cielo pasa de ser un espectáculo callejero a una amenaza de tormenta en puerta... Es linda esta época de otoño... sigo camino a casa .. en las veredas ya hay almitas de color ocre acompañando los pasos de los transeúntes que como yo, van hacia ningún lugar o los que caminan apurados y hacen que las ho
Yo no la conocí. Pero pudo ser mi amiga, mi hermana, pudo ser alguna de las mujeres de mi familia... pude ser yo misma...  Micaela tenía un sueño, dos,  muchos... Micaela tenía una voz, una sonrisa amplia... Una fecha de cumpleaños, un novio... Una canción favorita. Una familia y hasta quizá una mascota que amaba. Micaela tenía una carrera y una convicción, Micaela tenía una vida, que hoy ya no tiene mas... A cambio tiene una familia desgarrada, un montón de amigas que han quedado huérfanas de su cariño, un montón de preguntas sin respuestas, un lamentable lugar en una lista que crece día a día de nombres de chicas asesinadas y un montón de voces que claman por justicia. Micaela no tiene un asesino, no... Micaela tiene en principio dos asesinos con caras visibles... el primero es el infrahumano que terminó con su existencia, el segundo es el que permitió que el primero tenga libertad, en definitiva los dos son  responsables, los dos tienen algo en común, le truncaron la vida a un
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Se tiñe de gris el cielo y le da paso a una cortina de agua que me demanda caminar a tu orilla, mar que me atrapaste ... el amor estalla en un cielo plomizo que invade el horizonte con un gris añejo, vestigio de días soleados.  Detalles transparentes  que se fundirán más tarde en una cortina de agua que lavará las calles y las almas... Sur infinito y altivo, insolente y adúltero, que me coqueteas de a ratos y me abandonas a mi suerte cuando ya sabes que conseguiste mi amor. Sur , prepotente, absoluto... Sos como todos los amores verdaderos, imposible de olvidar.

una humedad ...

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una humedad que me lleva lejos lejos en el tiempo, a una vida que dejé en pausa, con puntos suspensivos, pero que en realidad se acabó, porque cambié cemento por estepa y mar, solo que a veces lo olvido y la memoria se me pone caprichosa y cierro los ojos y con mi paraguas camino por las calles de una Villa del Parque que no es ese barrio porteño que a mi me gustaba tanto, y paso por túneles de árboles, que no son esos de las calles de Palermo que me encantan, ni son esas hojas de esos árboles de mi amado Caballito las que se suicidan de tanto en vez, demacradas en un ocre absoluto... Se me tiñe de nostalgia el alma los días así.  Entonces leo Borges, me refugio en su Aleph, me pierdo en esos laberintos que gentilmente me regala en cada uno de sus cuentos, y me imagino lejos de casa, en alguna casa, ya no se cual es mi casa, ya no se cual es ese lugar en el mundo que elijo... estos últimos fueron días dolorosos, de pérdidas predecibles algunas, otras trágicas... y para completar,

Ballena Franca Austral

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Estas visitas de lujo, llegan al Sur anticipando la época invernal,elijen nuestras costas una y otra vez desde hace incontables años. Escogen las mansas aguas de los golfos que conforman la Península de Valdés para preservar su especie, ya que vienen a procrear y a  criar a sus cachorros regalándonos uno de los más hermosos espectáculos de la naturaleza con su saltos y su hermosa compañía. Gigantes, pacíficos y eternos , como el amor que desprenden en todos los que amamos la naturaleza, estos seres nos regalan mucho más de lo que nosotros podemos contar...