la vida. ese milagro...
Cae la tarde, camino por la playa volviendo a casa, y me desvío por una callecita del Barrio Sur, con aires de barrio cajetilla, (hoy me copé con los tangos y me quedó esa palabra dando vueltas) con veredas de una prolijidad absoluta , y jardines de esos para la envidia.
El verano ya pasó. Nos dejó un rastro de sol en la piel y la sonrisa de las memorias traviesas, en veranos siempre pasan cosas que durante el año nos dibujan una sonrisa cómplice, a veces solo con nosotros mismos...
Hay un sol hermoso, podría pensar que la misma naturaleza está delatando a un atardecer de ensueño, pero en la Patagonia nunca se sabe, en menos de un dos por cuatro se nubló y el cielo pasa de ser un espectáculo callejero a una amenaza de tormenta en puerta...
Es linda esta época de otoño... sigo camino a casa .. en las veredas ya hay almitas de color ocre acompañando los pasos de los transeúntes que como yo, van hacia ningún lugar o los que caminan apurados y hacen que las hojas levanten vuelo como si fueran barriletes sincronizados de color marrón, naranja, ocre dorado...
Siempre he tenido una especial debilidad por pisar las hojas secas, como si caminara entre nubes amarronadas, con secretos de vida bajo mis pies... me libera, me hace bien al alma, me arrastra hacia los recuerdos de las veredas de mi malos aires querido que tanto añoro de tanto en vez... ni hablar de cuando comencé a fotografiar la vida... una de mis mas lindas y queridas fotos analógicas es justamente de una hojita débil , diminuta y marrón agonizando en las vías del tren... y esa foto ganó premios ... porque todas las almas que la vieron suspiraron y sintieron algo... eso que no se sabe explicar pero nos completa...
El otoño.. las hojas secas... para mi es una de las estaciones más lindas junto a la primavera... y tuve el placer de nacer en otoño...
el otoño me suena a libros, a siesta, a rumores clandestinos, a paseos al sol, a hojas secas que tienen ese aroma a vida que me encanta... a esperanza... porque siempre después del otoño la vida queda en pausa, pero sabemos que va a volver a explotar en todo su esplendor después del invierno azul...
Otoño... olor a amor y futuro.
Cae la tarde, camino por la playa volviendo a casa, y me desvío por una callecita del Barrio Sur, con aires de barrio cajetilla, (hoy me copé con los tangos y me quedó esa palabra dando vueltas) con veredas de una prolijidad absoluta , y jardines de esos para la envidia.
El verano ya pasó. Nos dejó un rastro de sol en la piel y la sonrisa de las memorias traviesas, en veranos siempre pasan cosas que durante el año nos dibujan una sonrisa cómplice, a veces solo con nosotros mismos...
Hay un sol hermoso, podría pensar que la misma naturaleza está delatando a un atardecer de ensueño, pero en la Patagonia nunca se sabe, en menos de un dos por cuatro se nubló y el cielo pasa de ser un espectáculo callejero a una amenaza de tormenta en puerta...
Es linda esta época de otoño... sigo camino a casa .. en las veredas ya hay almitas de color ocre acompañando los pasos de los transeúntes que como yo, van hacia ningún lugar o los que caminan apurados y hacen que las hojas levanten vuelo como si fueran barriletes sincronizados de color marrón, naranja, ocre dorado...
Siempre he tenido una especial debilidad por pisar las hojas secas, como si caminara entre nubes amarronadas, con secretos de vida bajo mis pies... me libera, me hace bien al alma, me arrastra hacia los recuerdos de las veredas de mi malos aires querido que tanto añoro de tanto en vez... ni hablar de cuando comencé a fotografiar la vida... una de mis mas lindas y queridas fotos analógicas es justamente de una hojita débil , diminuta y marrón agonizando en las vías del tren... y esa foto ganó premios ... porque todas las almas que la vieron suspiraron y sintieron algo... eso que no se sabe explicar pero nos completa...
El otoño.. las hojas secas... para mi es una de las estaciones más lindas junto a la primavera... y tuve el placer de nacer en otoño...
el otoño me suena a libros, a siesta, a rumores clandestinos, a paseos al sol, a hojas secas que tienen ese aroma a vida que me encanta... a esperanza... porque siempre después del otoño la vida queda en pausa, pero sabemos que va a volver a explotar en todo su esplendor después del invierno azul...
Otoño... olor a amor y futuro.
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